Pastor trashumante, un oficio en peligro de extinción. (Llum i Vida - PhotoImatge52)., a photo by JoanOtazu on Flickr.
Cuando los rebaños emprendían la marcha, iban encabezados por los carneros y las ovejas parideras. La partida comenzaba a mediados de abril y al pasar por los caminos andaban de 28 a 33 Km. diarios (de cuatro a seis leguas al día); pero en campo abierto la marcha no pasaba de los 11 Km., porque iban comiendo. Al llegar a los pastos, de verano o invierno, la primera ocupación consistía en la reparación de las casetas que iban a servir de refugio a los pastores. Esas edificaciones eran de techumbre de ramas y en forma cónica, y se ubicaban en zonas denominadas majadas, lugares donde se concentraba al ganado para pasar la noche. El mayoral, en cambio, se establecía en la localidad más próxima y se ocupaba de recoger el pan para los pastores y atender los trámites legales.
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