Desayunar con churros y porras es una tradición muy antigua. Ya se acompañen con chocolate o bien con café con leche, su sabor es especialmente conocido en Madrid, una de las ciudades de España donde más se consumen. Comprarlos en la churrería de la esquina o disfrutar de su reconfortante sabor tras una noche de fiesta es algo común en nuestras vidas. Sin embargo, se desconoce de dónde proviene esta tradición.
Muchas son las teorías que se han lanzado al respecto. Unos dicen que comenzaron a consumirse en Cataluña a principios del siglo XIX, otros creen que fueron los árabes quienes los trajeron a la Península Ibérica. Pero no todos confían en estas hipótesis: algunos apuntan a los pastores como los creadores, derivando su nombre del ganado churro. En cualquier caso, no existe ninguna versión oficial que aclare su origen, ya que no consta ningún tipo de documentación fiable al respecto. Ni siquiera la Asociación Provincial de Empresarios de Churros de Madrid, que ha investigado sobre el tema, ha conseguido arrojar luz a este respecto.
Muchas son las teorías que se han lanzado al respecto. Unos dicen que comenzaron a consumirse en Cataluña a principios del siglo XIX, otros creen que fueron los árabes quienes los trajeron a la Península Ibérica. Pero no todos confían en estas hipótesis: algunos apuntan a los pastores como los creadores, derivando su nombre del ganado churro. En cualquier caso, no existe ninguna versión oficial que aclare su origen, ya que no consta ningún tipo de documentación fiable al respecto. Ni siquiera la Asociación Provincial de Empresarios de Churros de Madrid, que ha investigado sobre el tema, ha conseguido arrojar luz a este respecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario